Muchos son los que piensan que si no tienes agujetas al día siguiente del entrenamiento es porque éste no ha sido efectivo, se asocian al trabajo bien hecho, pero esto no siempre es cierto. Existen ocasiones en las que no tienen por qué aparecer. Atentos…
¿QUÉ SON LAS AGUJETAS?
Antes de nada, explicaremos que las agujetas son síntoma de que el esfuerzo al que hemos sometido a un grupo muscular es mucho mayor que aquel para el que estaba preparado, por esta razón, cuando comenzamos a entrenar después de un tiempo de inactividad, cualquier trabajo, por leve que sea, al que sometamos al músculo, será mayor que a lo que estaba acostumbrado y por tanto aparecerán las agujetas.
El dolor derivado de las agujetas proviene de las roturas microscópicas que el esfuerzo provoca en el músculo, pero ¡no hay que asustarse! Estas roturas se reconstruyen fácilmente con una buena dieta y los descansos necesarios, y no solo se reconstruirán, sino que se harán mucho más fuertes y grandes, ganando de este modo masa muscular.
A medida que vamos entrenando, la capacidad del músculo va aumentando, por esta razón la sensación de agujetas va disminuyendo. Pero esto no significa que el entrenamiento sea menos efectivo, sino simplemente que nuestros músculos tienen una capacidad superior y resulta difícil llegar a niveles de esfuerzo que el músculo no pueda soportar hasta el punto de causar agujetas.
LA VARIEDAD: ASPECTO ESENCIAL EN TU ENTRENAMIENTO
Para evitar que nuestros músculos se acostumbren al ejercicio lineal debemos darle un pequeño “susto” de vez en cuando, introduciendo una pequeña variación en los movimientos o en la intensidad nuestras rutinas de entrenamiento.
Es posible que vuelvas a tener agujetas durante los primeros días que realices la nueva tabla de entrenamiento.
¿QUÉ PASA SI ME PASO DE LA RAYA DURANTE EL ENTRENAMIENTO?
Cuando sometemos al músculo a un entrenamiento demasiado intenso corremos el riesgo de padecer rabdomiolisis, una lesión asociada al esfuerzo excesivo y provocada por la descomposición de las células musculares que contienen mioglobina, una sustancia tóxica para nuestros riñones que pueden, en casos graves, provocar una insuficiencia renal.
¿CÓMO SÉ SI ESTOY ENTRENANDO LO SUFICIENTE?
Existe un sencillo método que te ayudará a precisar el peso que mejor se ajusta a tu condición física. Se trata simplemente de seguir esta regla del tres:
Si después de terminar la serie puedes con tres repeticiones más, tienes que aumentar el peso.
Si te faltan tres repeticiones para terminar la serie es que tienes que bajar de peso.
Esto es sólo una forma rápida de encontrar el peso adecuado, no obstante, existe una fórmula mucho más precisa para calcular tu fuerza máxima y adaptarla en función del objetivo deseado.
Para terminar, desmentiremos ese mito tan extendido que asegura que remedios caseros como el agua con azúcar te van a aliviar el dolor de las agujetas. Come bien después de entrenar y respeta los días de descanso para lograr que el entrenamiento sea efectivo.
Algunos consejos más que te ayudarán a conseguir y a mantener los objetivos fijados: 6 CLAVES PARA LOGRAR MEJORES RESULTADOS EN TUS ENTRENAMIENTOS